lunes, 1 de mayo de 2006

Camino de Santiago

Dentro de unos días si Dios quiere realizaré el Camino de Santiago con un grupo de almunos del Instituto. Es la segunda vez que tengo esta oportunidad. Desde este artículo un abrazo para todos los que compartísteis mi primera experiencia. "Buen camino" para los que vais a hacerlo esta vez y mi ánimo para todos aquellos que no lo hayáis hecho para que lo hagáis.

Transcribo aquí un pequeño artículo sacado de la guía del Camino.


¿Qué significa caminar a Santiago?

Caminar a Santiago no es recorrer un simple sendero de tradiciones y cultura, de arte y deporte, o de gustos en el comer; es mucho más. El caminar a Santiago te invita a formularte una serie de preguntas fundamentales y te invita a darles una respuesta en tu vida. Caminar a Santiago, peregrinar es poner en marcha tu ser.

La peregrinación simboliza nuestra propia vida, jadeante e itinerante, inquieta y llena de dudas, con vaivenes. Ella nos ha de fortalecer. El camino es un viaje de búsqueda íntima y profunda, un peregrinaje hacia el interior de uno mismo. Si sentimos la necesidad de renovarnos, de cambiar, ahí tenemos este Camino árido, difícil y solitario, desprovisto de grandes cosas y todavía no contaminado. Desgastando los pies en las calzadas, desgastas el hombre (ó la mujer) viejo que hay en ti.

Al final del camino, rescatado, purificado, serás otro. Tu cuerpo quedará roto y el espíritu revivirá. Cuando llegues a Santiago, sabrás algo más de ti. Te lo habrá enseñado el camino.

Frente a un ambiente que busca la instalación, la comodidad, el confort, el peregrino es alguien desinstalado, vive desasido de las cosas y muy abierto a las demás personas. El camino no es fácil, está lleno de dificultades que solo podrás salvara con tu empeño y entusiasmo. Hambre, frío, picaduras, ampollas, indigestión, cansancio, agujetas, suciedad. Todo eso no es un panorama muy agradable. Sufrir en los talones, en los músculos tensos por la fatiga y el frío... cargar todas las mañanas la mochila y ponerse a caminar... esto es caminar a Santiago.

Pero ¿qué nos aporta a cambio el Camino? A través del Camino podrás descubrir la inexistencia de muchos problemas creados por el vacío, la vanidad, la esclavitud del consumo o de los “media”. Adquiriendo mayor perspectiva y distanciamiento interno, quizás te agites menos y asumas tu destino propio, algo solitario, pero acorde con las apetencias profundas de tu ser. Aprendes a convivir, compartes, trabas amistad. Dejas de lado la vida facilona llena de comodidades y aprendes a superarte. Aquello que creías imposible lo haces realidad en ti. Caminando anuncias metas futuras. Caminando mantienes la esperanza. Caminando llegarás a la meta: Santiago. Hombres y mujeres de todos los tiempos, recorrieron miles de kilómetros del Camino de las estrellas para hallarse a sí mismos. Tú también tendrás la oportunidad. ¡Buen Camino!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen camino!!!

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