jueves, 16 de octubre de 2008

Y la otra crisis...?


Hans-Gert Poettering (Alemania, 1945), presidente del Parlamento Europeo, ha puesto el dedo en la llaga respecto a la crisis:


“No podemos permitir que tras la crisis monetaria, los americanos pongan 700.000 millones de dólares en el sistema bancario, es decir, a unos bancos que ganan dinero para su uso privado. Además, hay otro aspecto. Nunca comprenderé que haya 700.000 millones de dólares de los contribuyentes disponibles para salvar al sistema financiero y no para luchar contra el hambre del mundo. Esto no es aceptable y por esto propongo correcciones”.


Afortunadamente ya han se han oído voces en los últimos días que hablan de esa otra crisis que no interesa tanto resolver porque quienes la padecen siguen siendo "los sin voz".


La crisis puede tener también un lado de purificación: El dios del capitalismo, la ambición sin medida, ha comenzado a caer de su pedestal. Nada será lo mismo ya en Estados Unidos. “Se ganará menos dinero y se endurecerá la normativa bancaria, hasta que alguien invente la forma de saltársela”, asegura el responsable de un fondo de alto riesgo con sede en Washington. Y dos: tras años de ultraliberalismo fundamentalista, los mercados constatan que el Gobierno -y la regulación- no es el problema, es la solución. La Administración de Bush ha salido al rescate con la mayor intervención pública sobre los mercados que se recuerda. Puede que mayor incluso que la posterior a la crisis de 1929. Los especialistas dicen que eso no es una novedad. Pero no deja de ser curioso que el santuario del liberalismo haya de acudir a medidas “socialistas”, a la intervención del “papá Estado”.


Es cierto que los pobres son los primeros que están pagando el desastre. Pero hay datos curiosos, como la espectacular bajada en Estados Unidos de los accidentes de automóviles, porque se saca menos el coche o carro, o la limpieza de indeseables en el mercado económico. Quizás tengamos que sufrir, pero un lado positivo de este terremoto es la “limpieza” o purificación que parece llevar consigo.


En este sentido Benedicto XVI ha sido muy claro con su reciente advertencia de que la crisis económica y financiera mundial no exime de aplicar los compromisos adoptados en la lucha contra la pobreza. Ante la anunciada cumbre mundial de la ONU, el Papa acaba de renovar la invitación “para que se tomen y se apliquen con valentía las medidas necesarias para desarraigar la pobreza extrema, el hambre, la ignorancia y el flagelo de las pandemias, que golpean sobre todo a los más vulnerables”.

(Fuente: blog “El alegre cansancio”, 28/09/2008)
Texto tomado de la web claretiana: ciudadredonda.org (Asómate a ella)

No hay comentarios:

Traductor al inglés

Translation for 140 languages by ALS
English  

Deja tu mensaje