domingo, 8 de octubre de 2006

Del infierno al cielo


En una ocasión le pregunté a Ramesh, uno de mis maestros de la India:
- ¿Por qué existen personas que salen fácilmente airosas de los problemas más complicados, mientras que otras sufren por problemas muy pequeños, y muchas veces se ahogan
y mueren en un vaso de agua?


El maestro, mesurado y acogedor, simplemente se limitó a sonreír afablemente.
Y me contó esta historia. ”Había una vez un hombre sumamente amable y conciliador, que vivió toda su vida transparentando bondad. Se llamaba Agapito.
Su vida hacía honor a su nombre (“agapé”, en griego: amor).
Cuando murió Agapito, todo el mundo pensó y comentó que ese hombre tan bondadoso iría derechito al cielo, pues solamente un hombre bueno como él podía ir a gozar del Paraíso sin siquiera pasaporte.
En esa época, el cielo todavía no tenía un buen programa de recepción de almas. No habían entrado aún en la computación.
El ángel que lo recibió dio una mirada rápida al fichero sobado que tenía sobre el escritorio, y, como no encontró ninguna ficha a nombre de Agapito, lo orientó hacia el Infierno.Entrar en el infierno es fácil. Nadie exige credencial, o invitación, o visado alguno. Cualquiera que llega allá es atrapado inmediatamente. Así que Agapito entró sin problema alguno, y comenzó a aplatanarse rápidamente a su nueva vida “infernal”.
A los pocos días, todo era ya rutina para él.

Medio mes después, Lucifer llegó a las puertas del Paraíso, vociferando como un endemoniado (!), todo furioso y energúmeno, para pedirle explicaciones “diplomáticas” a San Pedro sobre el “visado” de Agapito:
-¡Concho! ¡Esto es un sabotaje! Nunca me imaginé que fueses capaz de una bajeza semejante. ¡Esto que estás haciendo es terrorismo del puro!
Sin saber el motivo de tanta furia, San Pedro, muy sorprendido, le preguntó tranquilo al intratable Lucifer:
- No entiendo tu arrebato, ¿de qué me estás hablando?

Lucifer, totalmente trastornado y fuera de sí, le aulló:
- ¡Concho! Tú me enviaste al Infierno a ese sujeto, ese tal Agapito, y ahora está haciendo allí un verdadero desastre. Nada más llegar, enseguida ya comenzó a saludar a todos, a hablar amablemente con todos, les escuchaba mirándoles sereno a los ojos, conversaba amigablemente con ellos, y ahora todo el mundo está pacífico, dialogando tranquilamente, besándose y abrazándose a cada rato..., ¡Y así, el Infierno está insoportable..., es un desastre; parece... el Paraíso! ¡Tú, Pedro, por favor, Agarra a ese sujeto del infierno y tráetelo para acá, a tu cielo!

Cuando Ramesh terminó de contar esta historia me miró cariñosamente y me dijo:
- ¡Vive con tanto amor en el corazón, que si por error fueses a parar al Infierno, el propio demonio te lleve de vuelta al Paraíso!

No hay comentarios:

Traductor al inglés

Translation for 140 languages by ALS
English  

Deja tu mensaje